Reseña 17: Heima es hogar en islandés (Laia Soler).

Valoración personal:

Fecha de publicación: 2015 
ISBN: 978-84-16-25642-6

Número de páginas: 356

Editorial: Plataforma Neo

SINOPSIS

"¿Puede estar tu hogar a miles de kilómetros de casa? Ver la vida en blanco y negro no es divertido. Laura padece una extraña enfermedad que le impide apreciar los colores, pero si últimamente su vida es gris no es solo porque sufre acromatopsia. Acaba de romper con su novio y sus padres no dejan de pelearse tras el divorcio. Por eso decide alejarse de todo y toma el primer avión que sale del aeropuerto. El destino la lleva hasta Reikiavik, Islandia. Allí conoce al simpático Orri, quien le propone emprender un viaje para recorrer el país con él y su no tan simpático amigo Guðjon. Quizá no sea una idea sensata, pero no es que Islandia ofrezca muchas opciones a una chica que se ha escapado de casa. Lo que Laura nunca podría sospechar es que los dos islandeses esconden un secreto imposible de creer, incluso para alguien como ella, y que ese viaje la cambiará para siempre".

Ay... ¡Cómo me ha gustado este libro! Sinceramente, no sé cómo empezar esta reseña, tengo tantas cosas que decir que me bloqueo y acabo por no decir ninguna. Bueno, supongo que lo correcto es empezar por el principio. ¿Habéis visto qué portada? Oh, me encanta. Además, cuando abres el libro, te enamoras de todas las fotografías de los lugares que van acompañando la historia.

Laura es una joven que no ha tenido una vida fácil: su enfermedad, el divorcio de sus padres, la ruptura con su novio,... Harta de todo, decide llenar su maleta, sacar dinero e irse lejos de todo aquello que tantos problemas le ocasiona. Así, acaba en Islandia, recorriendo en un coche la isla junto a Orri y a Guðjon. 

Es una historia preciosa, de la cual se sacan enseñanzas, de la cual se aprende, es un libro que te transmite, que te habla y al que tienes que escuchar (desde luego que debes escucharlo). Yo nunca he llorado por un libro, nunca, pero he de reconocer que cuando acabe este... 

Laura es un personaje que, a pesar de ser la protagonista, no me ha acabado de llenar. No es que no me haya gustado, tampoco es eso, es que tenía alguna que otra salida que no me acababa de convencer. Por su parte, Orri, me ha parecido un personaje entrañable y con las cosas claras, con metas fijadas. Y, lo mejor lo dejo para el final, Guðjon, ¿por qué siempre me enamoro de los personajes más oscuros? Como su nombre es impronunciable, voy a seguir la táctica de Laura y le voy a llamar John. Para mí, John es el personaje por excelencia. Él es más de lo que aparenta ser, guarda más en su interior de lo que puede parecer al empezar a leer el libro.

Los acontecimientos se van sucediendo, uno tras otro, conforme el trío va viajando en su coche por toda la isla. Van conociendo lugares preciosos, cargados de magia y tranquilidad (lo cual percibe el lector gracias a las imágenes que acompañan el relato y gracias a las descripciones que la autora realiza: como me gustan, dejan claro lo que describen sin ser pesadas/largas). Sinceramente, tras esta lectura me he quedado con ganas de visitar la isla.

La historia esta narrada desde el punto de vista de Laura, en primera persona. Está redactado con palabras sencillas y fáciles de entender pero, al mismo tiempo, las palabras esconden una complejidad detrás de sus letras, esconden una historia más allá de su significado de diccionario.

En resumen, es un libro precioso que tiene su toque romántico a la par que su toque mágico. Nunca me han gustado las historias paranormales o con sucesos extraños inexplicables de forma empírica (al menos hasta ahora jajajajaja), pero Laia Soler ha conseguido ese punto medio perfecto entre el defecto y el exceso, ha logrado una combinación perfecta.

No me voy a extender mucho más porque creo que deberíais leerlo, así como consejito del día :)

Me despido por hoy, muchas gracias por leerme y recordar: LEER ES UN PLACER, NO UNA OBLIGACIÓN.