Reseña 28: Bailando para Degas (Kathryn Wagner).

Valoración personal:

Fecha de publicación: 2008

ISBN: 978-84-67-03222-2
Número de páginas: 320

Editorial: Espasa

Género: Romance histórico

SINOPSIS
"A la joven Alexandrie sólo el ballet la puede salvar de un futuro atada a las labores del campo. Tras una dura infancia de disciplina y aprendizaje abandona su Espelette natal para ingresar como bailarina en la Ópera de París. Pero el escenario es sólo un escaparate disimulado en el que los hombres adinerados eligen a las bailarinas como amantes y prostitutas. Edgar Degas encuentra en Alexandrie a la modelo que siempre buscó para sus cuadros... y Alexandrie busca en el atormentado pintor el amor que nunca tuvo".

Para alguien a quien le apasiona el ballet, como me pasa a mí, esta novela es perfecta. Si no te gusta el mundo de la danza... no creo que esta historia sea para ti.

La trama tiene lugar durante el siglo XIX. El libro comienza con una joven Alexandrie que quiere huir de Espelette hacia París para convertirse en la mejor bailarina de ballet de la Ópera. Conforme vas pasando las páginas, Alexandrie se va haciendo mayor hasta narrar la historia de su llegada a la Ópera y de los acontecimientos que le suceden, Su personaje me ha parecido perfecto, aunque demasiado dramático en ocasiones. Ella es una ilusa, cree que podrá triunfar sin acabar siendo una lorette, a diferencia del resto de las bailarinas. Las lorettes eran como señoritas de compañía, los hombres pagaban grandes cantidades de dinero a la Ópera a cambio de poder disponer de las chicas cuando quisieran. Ella solamente quiere bailar, por lo que va huyendo del contacto de cualquier hombre, hasta que llega Edgar. Este es un excéntrico pintor que ve en ella la musa perfecta, pero la ve nada más que como a alguien que le inspira, y Alexandrie no es eso lo que busca en él. Edgar es raro, muuuuuuuuuuuy raro. Él no parece el típico ricachón que frecuenta la Ópera de París, no parece la clase de persona que entra en busca de lorettes, y eso llama la atención de Alexandrie. Mientras Edgar y Alexandrie se debaten entre el amor y la inspiración artística, otro hombre intenta hacerse con la compañía de Alexandrie, Julien, Este está casado y tiene hijos, pero le da igual. Interesante forma de vivir la vida.

Esta novela narra tanto la lucha que tiene lugar en el corazón de Alexandrie, como la lucha que tiene que librar con el resto de bailarinas para convertirse en la bailarina principal, como las peleas que tiene con su madre porque ella solo quiere que se convierta en lorette y así le envíe dinero a ella (se enfada hasta si la pobre se compra un vestido).

"Imagino que las líneas que él está dibujando son las que me hacen bailar. Extiendo mi pierna en el aire, manteniendo la posición, y sigo imaginando que está entre la audiencia dibujándome de nuevo. Su lápiz sigue presionando la esquina superior del papel, observándome, sabiendo que puede controlar cada uno de mis movimientos. Su mano se aparta del papel y mi pie se posa raudo sobre el suelo del escenario, lanzándome en gráciles piruetas. El lápiz se mueve en espiral hasta que salto en el aire, liberándome totalmente de la página"

He amado esta historia porque el ballet es uno de mis sueños frustrados, pero creo que si no os interesa el mundo de la danza no disfrutaréis de esta obra de igual manera. Además, una de mis escenas favoritas es cuando Alexandrie participa en la obra "Giselle" y... cuando me acabe el libro y mi madre compró entradas para ir a ver esa obra de la mano del Ballet de Moscú... Oh♥. Ahí me enamoré del todo y fue cuando, en vez del cuatro que le iba a poner, le regalé un 4.5 a esta obra.

La única pega que le pondría es que, quizás, la narración sea un poco lenta y hay alguna que otra palabra que me ha costado pillar (a lo mejor es que soy un tanto tonti y no las entendía a pesar de ser palabras corrientes, lo mismo a vosotros no os pasa si lo leéis jajaja). Por lo demás, perfecto. Además... ¿ese final? No me lo esperaba.

Me despido por hoy, muchas gracias por leerme y recordar: LEER ES UN PLACER, NO UNA OBLIGACIÓN.