Reseña 38: Una chica con estilo (Olivia Ardey)

Valoración personal:

Fecha de publicación: 2015

ISBN: 978-84-94-35828-9
Número de páginas: 348
Editorial: Versátil

SINOPSIS 

"Nueva York, 1921. «Ray Donnelly supo que aquella sonrisa desobediente le traería problemas. Esa chica de Boston era de las que miran a los ojos y trituran las aceras a golpe de tacón».

Durante la primavera de 1921, Helen McKerrigan-Montero viaja a Nueva York para acompañar a su hermana Laura, a punto de dar a luz. Debido a una absurda confusión, se convierte en el objetivo de una banda de gángsters de los bajos fondos. Para su sorpresa, el responsable de su protección es alguien a quien no ha podido olvidar. El comisario Ray Donnelly asume el deber de proteger a Helen hasta ver entre rejas a quienes dispararon contra ella. Mientras resuelve el caso, debe alejarla del peligro de Manhattan, por lo que decide esconderla en la granja de sus padres en Germantown, hasta el día en que ambos deban declarar en el juicio. Allí, Helen, conocerá a una personita que le robará el corazón. Pero Helen no es una mujer dócil ni hogareña; es apasionada, rebelde, decidida, coqueta y posee una lengua demasiado afilada para Ray, que ya ha conocido a muchas mujeres sofisticadas y huye de ellas con desesperación. Sin embargo, cada día que pasa en su exasperante compañía, intuye que le será muy difícil decirle adiós."

¡Hola, ratones preciosos! Tengo que pediros perdón por teneros un poquito abandonados :( Aunque, con lo molones que sois todos, seguro que no estáis enfadados conmigo jajaja. Si tenemos que culpar a alguien, esa sería mi hermana, que ha venido desde Madrid y me está desestabilizando los horarios (te hamo shurmana [nótese que esta escrito mal a propósito jajajaja]).

En fin, vayamos a lo que os interesa. La reseña de hoy es de un libro que me encantó (mucho, mucho). Subámonos a la máquina del tiempo DeLorean y viajemos hasta los años 20, en Nueva York. Helen viaja a la ciudad para estar con su hermana Laura cuando nazcan sus pequeños (he de deciros que, aunque este libro en sí sea autoconlusivo, hay un primer libro que narra la historia de Laura y su muchacho Kenneth: "Delicias y secretos en Manhattan"). Una vez ahí, decide ir a comprarles algo a los bebés y a dar una vuelta. El problema llega cuando, por confusión, se lleva una bolsa que no es suya y que pertenece a gente peligrosa. En ese momento entra en escena el comisario Ray Donnelly. Este coincidió con ella en el pasado y ambos recuerdan quién es el otro al instante. Él, que es un viejo amigo de la familia, se convierte en el agente de seguridad privado de Helen. Para protegerla mejor, la lleva a la granja de su familia en Germantown, donde están sus padres y el pequeño Oliver. Ese viaje cambiará por completo la vida de todos, no solamente de nuestros protagonistas, también la del resto de personajes (sobre todo la de un hombrecillo que está por ahí danzando).

Para mí, lo mejor de esta novela ha sido ella, Helen. Me pareció un personaje tan perfecto que cada vez que entraba en escena otra persona, cuando el foco de atención no era ella o, simplemente, cuando ella no era la estrella, yo me enfadaba jajaja De verdad, una mujer perfecta. Estar orgullosa de ser mujer y, sobre todo, de ser un ser humano, en un mundo en el que los hombres "estaban por encima de todo" es algo que sieeeeeeeeeeeeeempre he admirado y voy a admirar. Si os leéis este libro, no os esperéis a una protagonista tranquila, callada y obediente, todo lo contrario. Helen es una luchadora nata, conoce las reglas y las cumple -a no ser que esas reglas la anulen como persona y la hagan perder su esencia-. Por otra parte tenemos a mi querido Ray. nuestro comisario es un hombre terco y fuerte. Su personaje también me ha encantado; sin embargo, tiene un "pero". Ray, a pesar de tener dinero para poder subsistir, no tiene tanto patrimonio como Helen; el tema del dinero se convierte en un tema tabú entre ellos porque despierta disputas y quieren evitarlas; de todos modos, es inevitable que discutan por ello. Aquí es donde entra el "pero" del que os hablaba. En ocasiones, creo que las reacciones de él eran algo desorbitadas con Helen, no hacia ella pero sí hacia la situación. Exceptuando ese pequeño detalle, Ray también ha sido un personaje al que me alegro un montón de haber conocido.

Lo que voy a escribir ahora quizá no tenga mucho que ver con la historia pero... si no lo digo no me quedo tranquila jajaja ¿Llegará alguna vez el día en el que lea un libro en el que no hablen de los irlandeses como si fueran (fuéramos) todos unos chungos? jajaja Siempre que leo algo sobre irlandeses, aparece el típico personaje terco y machito, o el mafioso que controla el cotarro, o el borracho que la da a la cerveza como si no hubiera mañana,... jajaja Bueno, ya está, quería destacarlo jaja

Volviendo al libro, Olivia Ardey ha juntado en un solo libro tres cosas que me encantan: historia de amor no pegajosa (no me gusta vomitar rainbows), historia de acción/policías/detectives/llamadlo x y una protagonista que no se deja amedrentar. La novela es muy rápida de leer, perfecta para este tiempo de verano, a pesar de sus 348 páginas; además, también ayuda que la balanza entre descripciones y diálogos esté bastante equilibrada, así no se hace tan pesado el seguir el ritmo de la trama. En alguna ocasión he podido pensar que, quizá, había escenas de las cuales se podría prescindir, sin embargo, al acabar de leer el libro, me di cuenta que de una forma u otra, esas escenas estaban ahí por algo.

Siempre me ha parecido increíble como un simple objeto inerte puede dar tanta vida, así veo yo a los libros. Definitivamente, este es uno de ellos. De la mano de Helen y de Ray podréis conocer una nueva forma de entender al mundo, aun estando ellos en otra época. Gracias a este par de dos os enamoraréis de la vida y sabréis que, al fin y al cabo, lo que importa en esta vida  sois vosotros. En ocasiones hay que ser egoístas y no hay que sentirse mal por ello. ¡Enhorabuena Olivia, una gran historia!

Otra versión de la novela: "Un gato con estilo" jajajaja Mi cotton guapo ♥.

Me despido por hoy, muchas gracias por leerme y recordar: LEER ES UN PLACER, NO UNA OBLIGACIÓN.