Reseña 103: El grito de la lechuza (Patricia Highsmith).

Valoración personal:

Fecha de publicación: 1977 (Original: 1962)

Número de páginas: 358
Editorial: Plaza & Janés

SINOPSIS 

"Robert Forester, un hombre tímido, ingeniero aeronáutico, que abandona Nueva York porque ya no puede soportar las disputas con su mujer, se refugia en un lugar de Pennsylvania para trabajar y encuentra sosiego contemplando a través de las ventanas de su casita a una muchacha desconocida que se afana en las tareas domésticas. Pero ella y su novio descubren que alguien espía la casa, y la joven sorprende un día a Forester. Entonces empiezan los problemas, y el ingeniero se encuentra de pronto atrapado en un drama de pesadilla, terror morboso y asesinato."

Lo primero es lo primero: soy más que consciente de que mi edición es horrenda, pero, vamos a ver, que costaba 3 €, ¿vale?  Aclarado esto, empecemos jajaja.

Ay, Patricia, cómo te gusta meterte en mi cabeza y revolverlo todo. Eres una mujer cruel y por eso te adoro. Tengo que advertiros, ratones, que si nunca habéis leído a esta autora antes no os recomiendo que empecéis por esta historia porque todavía no le habréis pillado el truco a cómo escribe y no entenderéis muy bien el trasfondo de esta novela (o a lo mejor sí, que tampoco os quiero tomar por tontxs jaja, pero creo que la disfrutaréis más si ya habéis leído algo suyo antes).

Empecemos por ver un poquito de que va el asunto. Robert Forester es un pobre hombre que está hasta arriba de su ex mujer, una manipuladora de catálogo que le acusa de tener problemas mentales graves. El caso es que el desgraciado no encuentra ninguna razón a la cual agarrarse para seguir viviendo, hasta que se topa con Jenny. Robert dedica su tiempo libre a espiarla a través de las ventanas de su casa. No lo hace con ninguna actitud sexual ni depredadora, sino que simplemente le gusta mirarla mientras es feliz con las cosas cotidianas (a ver, que aunque no sea de índole sexual sigue dando el mismo mal rollo el acoso de Robert a la pobre Jenny). Robert es consciente de que Jenny tiene novio, Greg, porque le ve en ocasiones en la casa y sabe que están prometidos. Una noche en la que Jenny está a solas, descubre a Robert. Espera, espera... Lejos de alarmarse, la tía le invita a pasar a su casa y se ponen a charlar. ¿De verdad? Sí, sí. Tal y como lo lees. Súper creepy el asunto. Consciente de que no puede presentarle a Greg diciéndole la verdad (¿os lo imagináis?: "Hola, Greg, este que está aquí tomando café en mi sofá junto a mí es el tío que lleva días espiándonos y merodeando por nuestra casa tranquilamente, ¿te apetece acompañarnos?") ella se inventa que tienen un amigo en común. Poco a poco, mientras Jenny va dándose cuenta de que ya no quiere estar con Greg y se va acercando más a Robert, Greg va perdiendo la cabeza y volviéndose un celoso maniaco de categoría. A pesar de que Robert ve a Jenny como una buena amiga, Greg está empeñado en que él es el causante de que Jenny se esté alejando de él. ¿Cómo acabará esto? Como el rosario de la aurora, ya os lo digo yo.

Tengo que reconocer que esta es la primera vez en mi vida en la que me he topado con una historia que me ha encantado pese a que he odiado profundamente a sus personajes. Quizás por esa razón me ha parecido una gran novela, porque ha tenido la capacidad de engancharme aun teniendo unos protagonistas odiosos. Eso sí, tengo que reconocer que el personaje de Greg sí que me ha gustado (o quizás debería decir que es el que menos me ha disgustado) porque es el que está más definido.

El principio de la historia es algo lenta, siguiendo un modelo claramente Highsmithiano (no sé si existe esta palabra, pero queda genial jajaja), para que podamos conocer perfectamente las psiques de los personajes que nos va presentando conforme las páginas avanzan. Una vez conseguido, cuando empieza el nudo de la trama, todo se vuelve más ágil y todo fluye a una velocidad mayor (el hecho de que haya más diálogo ayuda notablemente).

A simple vista puede parecer un libro básico, una trama sencilla y un final de mierda; pero eso está muy lejos de la verdad. Siempre os digo que con esta autora no basta con leer, hay que ver más allá y escuchar lo que las páginas nos dicen. Si bien es cierto que el final es un tanto meh, en realidad encierra una idea bastante oscura (idea que, por supuesto, no pienso desvelar porque no quiero spoilers). Aquí lo dejo. Por eso he empezado la reseña diciendo que es mejor que leáis esta historia si ya habéis leído algo de ella, porque sino a lo mejor no le veis ese mensaje y se os queda la novela un tanto coja (repito, que lo mismo sí que lo captáis a la primera, pero yo me imagino a mí leyendo esto sin conocer a la autora y estaría súper perdida).

En definitiva, Highsmith sigue sorprendiéndome a cada historia que leo y sigue sin decepcionarme. No es ningún secreto que la adoro y que la idolatro a partes iguales. Es capaz de generar un mundo alternativo en el que el bien y el mal se entrelazan, en el que todos somos capaces de todo y en el que no hay nadie inocente al 100%. 

Me despido por hoy, muchas gracias por leerme y recordad: LEER ES UN PLACER, NO UNA OBLIGACIÓN.