Reseña 107: La historia del heavy metal (Andrew O' Neill).

Valoración personal:

Fecha de publicación: 2018

Número de páginas: 343
ISBN: 978-84-17-05953-8
Editorial: Blackie Books

SINOPSIS 
"Esta es la historia de una red mundial de rabiosos fans que escapan de la vulgaridad cotidiana a través de la música, de estrellas épicas que viven en planetas lejanos con dioses de otras épocas, de villanos corporativos que rompen el corazón de esos fans y estafan a las leyendas musicales para llenarse los bolsillos. El Olimpo del heavy metal incluye yonquis, satanistas y asesinos, cristianos renacidos y abstemios, trotamundos millonarios que encadenan conciertos multitudinarios durante toda su vida y jornaleros que se dejan la piel en salas donde se escucha hasta la cisterna del baño. Con un saber enciclopédico y una pasión inquebrantable, el humorista y erudito del metal Andrew O’Neill repasa la gran historia (jamás contada o muchas veces malinterpretada) del heavy metal. Son historias de exceso sobre nombres cruciales, de Ozzy Osbourne a Metallica pasando por Lemmy, y escenas milagrosas, desde la nueva ola del heavy metal británico hasta la escena underground del black metal noruego.

Si estás asintiendo con la cabeza, o directamente haciendo headbanging en la librería, este es tu libro. Si estás diciendo que no, también deberías leerlo para entender por fin esta música, este modo de ver el mundo."

Ratones, ¿cómo os va la vida? Yo por fin huelo a verano. ¿Sabéis lo que es tener a cinco adolescentes en época de exámenes finales como profesora particular? Lo raro es que no haya perdido la cabeza, pero todo esfuerzo tiene su recompensa y me complace anunciaros que todas han sacado unas notas más que decentes 👌🏻☺️. Hoy vengo feliz, hoy vengo libre y vengo con un libro muy top. No es ninguna novedad (o sí, según si sois nuevos por aquí o si ya estáis de mi hasta la coronilla) que yo soy fan acérrima del heavy metal, por lo que este libro, que me regalaron mis padres por mi santo hace un tiempo, me viene como anillo al dedo. Obviamente, si no sois fan del género, no creo que vayáis a disfrutar esta lectura, pero de todos modos yo os quiero hablar de él :)

Andrew O' Neill es el guitarrista del grupo The men that will not be blamed for nothing (un grupo steampunk muy fan de la época victoriana). Además es un humorista que se dedica a llenar teatros y festivales por todo el mundo. Como no podía ser de otra manera, Andrew es un fan incondicional del heavy metal y decidió llevarnos de la mano a lo largo de su historia, paso a paso y género a género. Así nació este libro, como un modo de entender cómo hemos llegado hasta lo que somos a día de hoy y cómo el heavy metal se ha convertido en lo que es.

"Se dice que la música clásica "mejora el coeficiente intelectual y la percepción espacial". ¿Y qué pasa con el heavy? Bueno, pues basándome en la observación, yo argumentaría que el heavy metal:

(1) Mejora tu tolerancia al alcohol.

(2) Te hace más sexi.

(3) Te hace creer que cualquier pasado fue mejor."

Como buen humorista que es, todo el libro está narrado desde un punto irónico y cómico, intercalando hechos verídicos con cierto sarcasmo que hace la lectura mucho más ágil y amena (por favor, jamás he leído un libro en el que me hicieran gracia las notas a pie de página). La narración comienza nosécuándo antes de Cristo, con el nacimiento de los ritmos de percusión que fueron asentando la base de aquello que hoy conocemos como heavy metal. Los años van pasando y la pluma de Andrew nos va relatando qué iba ocurriendo en la escena metalera conforme el tiempo avanzaba.

Si no tiene un cinco sobre cinco es por algo muy obvio y a la vez muy complicado de subsanar. Bien es sabido que los gustos musicales son algo muy personal y subjetivo. Joder, incluso dentro de aquellos a los que nos apasiona un mismo género hay discrepancias en cuanto a qué es mejor y qué es peor. Ese es el gran problema. Al igual que a Andrew, a mi el nu-metal y el glam-metal no es que me apasionen, pero no por ello creo que mi verdad valga más que la de los demás (cosa que él sí hace). Por cosas como esta creo que el título del libro debería haber sido "La historia del heavy metal según Andrew O' Neill". Ya sabéis lo que dicen, la historia siempre varía en función de quien la relata.

"En este libro he intentado mirar con algo de objetividad cosas que me parecen una mierda pero, aun así, seguro que voy a ofenderte. Por favor, no acabes cayendo en que soy yo el que se equivoca. No pierdas de vista que las opiniones son subjetivas. Y que quien se equivoca eres tú".

Independientemente de los gustos personales del autor, de si concuerdan o no con los tuyos y del tono con el que todo está narrado, hay grandes verdades y mensajes muy valiosos entre broma y broma. Critica la apropiación cultural, la cosificación y sexualización de la mujer, la infravaloración de las mujeres en este género,... ¡Gracias por utilizar este libro como una forma de manifestación sin dejar de lado el toque cómico! Véase:

"El blues se originó como una forma musical puramente vocal. Una manifestación sencilla pero de una expresividad increíble que reflejaba la situación de la población rural negra de América, que seguía viviendo bajo el yugo de la esclavitud y la opresión racial, trabajando por un salario bajísimo en los mismos empleos agotadores que había tenido durante la esclavitud, con la diferencia de que ahora se le pagaba lo justo para sobrevivir y abonar el alquiler a unos caseros blancos que antes habían sido propietarios de esclavos. Hay una amarga ironía en el hecho de que en el blues actual predominen los blancos de clase media (...) Claro que sin tíos blancos tocando blues no habría heavy metal, así que tampoco voy a pasarme con la crítica".

Conforme la música va evolucionando, cada vez es más complicado establecer qué grupo pertenece a qué género porque las líneas que los diferencias cada vez se van haciendo más estrechas y más difuminadas, quizás ahí radique el problema principal en la forma en la que este libro está estructurado. La primera parte de la narración, cuando Andrew nos lleva hasta la aparición de Black Sabbath (😍), está jodidamente bien documentada; sin embargo, conforme van apareciendo nuevos subgéneros y salen nuevos grupos de hasta debajo de las piedras, todo se vuelve un tanto más turbio.

Solo me queda aclamar a Andrew por haber escrito el libro que no me hubiera importado escribir a mí. Ademas, quien me conoce sabe que a mí hay algo que me chirría muchísimo de la sociedad actual (entre muchas otras cosas, soy una rebelde inconformista) es la gente que lleva camisetas de grupos que o no conoce o no sigue. Tengo sentimientos encontrados pues siempre he dicho, al mismo tiempo y de una forma totalmente contradictoria, que cada uno puede llevar lo que se le ponga en la nariz; aun así, ¿qué pensaríais si me vierais a mí con una camiseta de Nicki Jam por la calle? Probablemente me pegarías porque estoy más que lejos de ser su fan. Eso me pasa a mí con todos aquellos y aquellas que vais por la camiseta con camisetas de Nirvana, Metallica, AC/DC, Iron Maiden,... sin saber ni quiénes son. #serconsecuentesconquienessoisporfavor 

"La vestimenta ha sido una parte esencial de la subcultura heavy. (...) Cada dos años, alguna estrella de pop o presentador idiota de televisión comete una atrocidad; ya sea David Beckham poniéndose una camiseta de Exodos, Kanye West llevando una de Megadeth o el gilipuertas ese de los Jonas Brothers calzándose una chupa de cuero y tocando el peor solo de guitarra imaginable en los premios de la música country. (...) Nos parece muy raro que "ellos" se apropien de algo que no nos ha dado credibilidad ni relevancia cultural y que a veces nos cuesta alguna que otra paliza. El heavy se protege frente a lo no heavy porque siempre hemos sido nosotros los rechazados. Rara vez es nuestra elección. El heavy disfruta de su condición de ser el caballo perdedor. Y por eso nos divierte (y, a veces, nos ofende) que el poder cultural dominante intente apropiárselo. Porque -y esto es clave- no nos vestimos así para ser distintos a los demás. Lo hacemos para ser iguales que nuestros héroes y amigos heavies. Es tanto un símbolo de pertenencia como un acto de rechazo. Es una expresión de lo que somos, más que una afirmación de lo que no somos".

Dicho esto, y aunque pueda parecer lo contrario porque he escrito más contras que pros, tengo que deciros que recomiendo la lectura de este libro porque me parece un ensayo necesario tanto para reírte un rato como para conocer más el género del heavy metal (que, hablando de todo un poco, está demasiado estigmatizado) y abrir la mente ante nuevos grupos que una desconocía hasta ahora.

Hoy cierro la reseña con una de mis canciones favoritas en mi concierto favorito de todos los que ha dado mi grupo favorito por excelencia: en Seattle, año 1989, Metallica 💕, porque se trata de una entrada que habla sobre música, yo amo la música y por cojones tiene que haber música 😅.

Me despido por hoy, muchas gracias por leerme y recordad: LEER ES UN PLACER, NO UNA OBLIGACIÓN.